Imagina un lugar donde cada plato sea una experiencia, donde los sabores del invierno se transformen en obras maestras culinarias y donde la excelencia gastronómica sea una garantía. Ese lugar es A’barra, un oasis culinario donde la estación más fría cobra vida a través de cada bocado.
El invierno tiene olor propio. Huele al sabor de las cosas bien hechas, cocinadas a fuego lento y con mucho mimo. Platos que gozan desde siempre con el aplauso de quienes tienen el placer de degustar en su paladar esos sabores. En A’Barra, el secreto no solo radica en su Estrella Michelin, sino también en la calidad de unos ingredientes de primera.
En A’Barra, el abanico de exquisiteces culinarias que capturan la esencia del invierno en cada plato es un fijo. Desde los entrantes hasta los postres, la carta de temporada refleja una sinfonía de sabores, llevando a los comensales en un viaje sensorial inolvidable.
Y es que, en estas fechas, ¿existe algo mejor que una mesa al calor de los fogones arropada por los sabores y olores del invierno? Para ello, comenzamos con un guiso meloso de setas de temporada y mantequilla de chalotas; o con una acelga LC, caldo de cocido Joselito, foie y trufa.
A esto se añaden las exquisiteces marinas, que no se quedan atrás, destacando el mero negro gallego con salsa de mantequilla ahumada, escamas de calabacín y aceite herbáceo; o el pescado del día, seleccionado en lonja, con holandesa de chorizo Joselito, migas de cerdo y ajo frito.
En cuanto a las propuestas de carne, su chef, Sergio Manzano, propone platos tan apetecibles en estas fechas como la cuna de cordero al sarmiento, su fondo, mini berenjenas y anticucho de corazones; o su clásico solomillo Joselito Wellington, lemon curd y salsa bordalesa. Sin olvidar la cabezada Joselito envuelta en cenizas y tomate, una apuesta audaz que despierta la curiosidad de los paladares más aventureros.
La pasión por los sabores mediterráneos sigue presente, también en los postres, donde encontramos una selección de quesos nacionales o una mamia de leche de oveja, granada y cardamomo, entre otros.
Lograr fusionar la tradición con la innovación es algo que A’Barra lo lleva intrínseco en su ADN, y lo hace a través de un viaje gastronómico único, en el que los sabores del invierno se transforman en obras maestras culinarias en cada plato.